viernes, 5 de noviembre de 2010

Anécdotas de La Seño 2

Aqui viene el segundo capítulo, espero que os guste ^^
Pronto además traeré el tercer capítulo.

Por cierto, si alguien encuentra una imagen de una chica anime parecida a la de mi foto pero con traje negro de cuero y látigo que me la mande por comentario o por email, o simplemente los que me conozcan y sepan como contactar conmigo que me lo envien ya saben por dónde 8P
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CAPÍTULO 2



Dulce amanecer dulce perder del atardecer.
La mañana continua ciñéndose sobre los sesos cibernéticos del ordenador encendido cara del sol. Aunque comienza a ponerse todo nublado y oscuro...

Aquí estamos, en la escena dónde nos habíamos quedado. La Seño había preparado su portentoso látigo peligroso, allí, en la habitación dónde se encontraba su router de interné. Allí mismo también se encontraba su gata, cuyo nombre es Iris. La idea le vino de sus ojos, a parte de que quería un nombre para la gata que era Icy, pero mejor se lo reservó.

La gata estaba meneando el culo preparándose para dar un salto de caza mientras que la Seño alzaba con fuerza mesurada su látigo hermoso. Tras pensarlo detenidamente, la Seño comenzó a alzar aún más el látigo a punto de asaltar a la gata, mientras que Iris, se preparo para saltar y... ¡zasca!

¿Qué pasó? Iris saltó con bravura hasta llegar hasta el brazo con el cuál la Seño sujetaba el látigo, a su vez esquivándolo, pero la Seño no era tonta, tenía demasiados años de experiencia (?) y se giró, alzó de nuevo el látigo y lanzó un tremendo latigazo hasta el suelo, asustando tanto a la gata que está salió disparada pasillo abajo cuál gacela huyendo de un fiero leopardo.

Salió del cuarto del router escondiendo de nuevo su látigo puesto que ya se había tranquilizado, estaba segura de que ya había erradicado la insensatez de su preciosa gatita. Una vez estuvo de nuevo en el salón, la encontró en una esquina del sofá intentando meterse justo debajo de la sabana que cubría el sofá.

La Seño fue corriendo sigilosamente a asustarla antes de que se metiese dentro del todo, y le pegó un cachete en los cuartos traseros. La gata se pegó un enorme susto y se metió corriendo dentro de la sabana del sofá. Allí estaba, como si fuese un pegote, un bulto gigantesco de algo bajo las sabanas del sofá.

Si alguien no se da cuenta, lo más seguro es que intenten sentarse encima... la Seño decidió castigarle un poquito más y marchó hasta dónde se veía el bulto en el sofá, que era la gata. Comenzó a tocar desde un poquito más lejos y comprobó que Iris aún tenía ganas de más guerra. Comenzó a picotearla desde fuera tocando por todos lados del sofá, mientras la gata se mareaba por cazar las manos de la Seño.

Al final, la gata consiguió pegarle un ligero mordisco a los dedos de la Seño, y está decidió dar el último y definitivo ataque. Se fue al otro extremo del sofá, levantó la manta y comenzó a arrascar el respaldo de los brazos. La gata no podía resistirse a eso, era como otra garra felina esperando a atacar, y ella tenía que actuar y contraatacar. Comenzó a arrascar más y más hasta que la gata puso sus ojitos felinos de no haber roto nunca ni un solo plato.

De repente, se dispuso a saltar, pero la Seño le cerró la manta y allí se quedó atrapada. Luego se fue al otro extremo y volvió a repetir el mismo proceso. Vio que la gata estaba atolondrada al otro extremo, como si no supiese que algo extraño había ocurrido... Volvió a hacer el rasca y la gata esta vez saltó más rápidamente y sin rodeos, pero en esta ocasión, la Seño le estaba preparando con una sorpresa... ¡el SPRAY DE AGUA!

Levantó aún más la manta y le echó agua a la gata. Esta, empapada por la zona del lomo derecho, comenzó a 'expulsarse' y se largó corriendo de nuevo pasillo abajo, esta vez con la lección aprendida.
¡NO HAY QUÉ DESAFIAR A LA SEÑO! Es un espécimen peligroso, fiero y sin piedad. El látigo que porta es el doble de peligroso y es una acción bastante suicida ponerse en su camino.

La Seño, ya agotada tras la batallita, decidió regresar tranquilamente a la mesa dónde estaba encendido el ordenador, pero, tras esos veintitrés minutos de haber estado jugando con la gata, se dio cuenta de que el interné... ¡no estaba conectado! El router volvió a hacerle una mala pasada.

Corriendo como loca decidió regresar a la habitación del router, dónde la gata estaba tumbada en el suelo bajo la ventana, y reiniciarlo. Espero un poco mientras esta vez, con la lección aprendida por ambas partes (?), acariciaba a la gata que estaba agotada y bastante empapada.

Tras un ligero minuto, decidió regresar al salón. Una vez allí, se fijo atentamente si el interné estaba por fin conectado. Espero unos segundos más... ¿¿¿¿¡¡y todavía no!!???? En la perturbada mente de la Seño volvió a recorrer una mala ostia que le hizo volver a sacarse su látigo de la manga (?), a pesar de que no podía dañar al router o al pc por que si no se quedaría sin interné.

Decidió relajarse, guardarse de nuevo su precioso látigo, y regresar a la habitación del router. Una vez allí volvió a reiniciarlo. Y regresó al salón. Y seguía sin conectarse. Lo re intentó ya unas ocho veces más hasta que la propia gata se había ido ya al salón a dormir justo encima del tendedero (no hay balcón (!)), hasta que a la novena se conectó por fin.

O eso parecía, por que cuando intentó meterse al Firefó, ninguna página se veía. Utilizo también el Gugle Krome, y tampoco le funcionaba. Otro obstáculo peligroso se había entrometido en la vida de la Seño, con la mente ya histérica, decidió marchar una décima vez hasta la habitación del router.

Una vez en la habitación del router, preparó, esta vez si, su precioso látigo e hizo un latigazo a la mesa dónde estaba postrado el router. El sonido del latigazo casi rompió los cristales de las ventanas y la propia mosquetera (?). De repente, el router pareció cobrar vida propia y se alzó de la mesa adquiriendo ojos rojos, brazos, piernas larguiruchas y muy delgadas y casi una estatura de dos metros y medio, chocando contra el techo.

La Seño se encontraba frente a un enemigo feroz, pero ella no temía a nada (salvo a los Wraith, que no los teme precisamente pero son su máxima debilidad... hasta el momento). Preparó su látigo, una pose al mismo tiempo defensiva y ofensiva y a puntito de saber que debería esquivar un ataque del Router Demoníaco.

CONTINUARÁ

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