sábado, 6 de noviembre de 2010

Anécdotas de La Seño 3


¡Increíble, ya llevo el tercer capítulo!
Esta noche me haré el cuarto y ya si eso lo colgaré 8P

No olvideís leer los otros capis y comentarlo cada uno a ver que os ha parecido, y si teneís sugeréncias, preguntas y demás, también comentarlas ^^

A parte, hice un 'tektek' (a ver si me acuerdo de poner la web para recomendar...) de como sería la Seño ^O^
--------

CAPÍTULO 3



Sueños. Esas imágenes que aparecen en nuestro subconsciente mientras dormimos... ¿tendrán algún mensaje oculto?
Aquel ordenador se ha fundido tras el abrasador rayo solar. Ahora mismo se encuentra en el taller de reparación esperando a ser arreglado, aunque se espera poco futuro...

¿Os acordáis de dónde nos habíamos quedado? El router del interné de la Seño comenzaba a darle problemas. Lo último que se sabe es que una décima vez, la Seño fue a intentar reiniciar al router, pero allí se encontró con un temible monstruo. Aunque no hay rival alguno para ella.

Recordemos; hagamos memoria. El router se hizo gigantesco, con unos ojos rojos, y larguirucho, de casi dos metros de altura que rozaba el techo del cuarto. Parecía estar dispuesto a sacar más aún de quicio a la Seño y retarla a una fiero combate. La Seño no se echaba para atrás, estaba decidida a hacerle frente.

El Router Demoníaco encendió sus horribles y parpadeantes ojos rojos y acto seguido alzo sus brazos hacía lo alto. Tras esta acción, lanzó un estridente chillido que estuvo a punto de romper los cristales de las ventanas, incluidas las de los vecinos. Agitó con fuerza los brazos, preparándose para atacar. La Seño se fijo con suma atención en los movimientos de los brazos del enemigo y optó por poner una pose defensiva y a punto de comenzar una huida, alzando al mismo tiempo su látigo.

El Router Demoníaco lanzó poderosamente un puñetazo con ambos brazos, haciendo así una ardua tarea para la Seño poder escapar. Por fortuna, la Seño pudo saltar a tiempo y rodar por el suelo cuál Samus esquive en Metroid Other M y pasó entre las piernas larguiruchas del Router Demoníaco. Una vez a su espalda, placó con su látigo y con gran fuerza las piernas del Router.

Pilló desprevenida su pierna derecha, pero cuando atizó a la izquierda, el Router hizo fuerza y le fue bastante imposible tumbarle de ese simple golpe. Acto seguido se dio la vuelta, y consiguió golpear a la Seño con su larguirucho brazo izquierdo, con un pequeño puñetazo que le hizo tambalearse.

La Seño al parecer perdió el equilibrio y acabó por quedarse sentada pegada a la pared. El Router Demoníaco vio el momento adecuado para lanzar un golpe de gracia, pero la Seño era muy astuta. Seguramente se hubiese dejado golpear adrede para que su enemigo se confíe... ¡nunca hay qué subestimar a la Seño, su esquizofrenia y su látigo!

Mientras el Router se acercaba lentamente hasta su posición, la Seño optó por esconder una mano, que estaría preparándose a su espalda para empujarse para saltar y esquivar el golpe del enemigo, mientras que en la otra se situaba el látigo, sujetado con gran fuerza. El Router ya estaba muy cerca y preparó lanzando un fuerte rugido de nuevo su puñetazo.

Cuando lanzó el puñetazo, la Seño se empujó con la mano que tenía en la espalda y acto seguido, de nuevo al estilo Samus esquive de Metroid Other M, pasó por debajo de las larguiruchas piernas del Router Demoníaco golpeándolas al mismo tiempo, sin dejar que reaccionara. Esta vez el Router cayó de rodillas al suelo, apagándose sus encendidos ojos rojos.

La Seño, se levantó de dónde estaba situada y decidió dar el golpe de gracia. El Router no estaba aún contento, era un enemigo muy persistente (y coñazo) que no se daba por vencido aún. Se levantó con rapidez y enfadado, de repente metió el extremo de sus larguiruchos dedos en el enchufe. Sufrió un cortocircuito, pero se hizo mucho más fuerte, pero también descontrolado.

Lanzó de nuevo sus puños, que esta vez se hicieron un poco más grandes y fuertes, contra la Seño. La Seño pudo esquivar el ataque con pura suerte, mientras hacía los clásicos esquives ya mencionados. El Router iba a gran velocidad y no dejaba tregua a la Seño, no hacía más que esquivar y no podía contraatacar debido al aluvión de golpes gigantes que le llovían de todos lados.

La Seño comenzó a agotarse, puesto que tras la batallita con la gata, ya hacía bastante rato que ya tenía el agotamiento de antes. Además de que hacía bastante tiempo que no hacía ejercicio ni utilizaba su látigo, a pesar de que la experiencia nunca se ha ido del todo. Ya hacía un año entero que la Seño no practicaba en hacer abdominales, la bicicleta, o tiro al blanco con el látigo, así que estaba un poco desgastada.

Tras unos diez minutos de intensa 'esquivación' (?), las piernas de la Seño comenzaban a flojear. Hasta que el tobillo derecho, que hace bastante tiempo sufrió en él un esguince, le falló y acabó tropezándose. El Router Demoníaco vio aquí pues la situación perfecta para un golpe de gracia. La Seño intento levantarse, pero ya era demasiado tarde. ¡El Router ya estaba lanzando el ataque hacía ella!

Le golpeó en el tobillo derecho, lo peor es que además de sus puños podía soltar pequeñas chispas de electricidad debido al cortocircuito de antes, lo cuál el daño fue mucho mayor. La Seño además, tras este impacto soltó descuidadamente su látigo. Necesitaba de nuevo práctica. La Seño decidió hacerse la vencida y se quedó tumbada en el suelo, pero al mismo tiempo comenzó a enrollarse como si fuese una croqueta.

El Router Demoníaco decidió entonces darle un segundo golpe de gracia. Cuando ya estaba efectuando el puñetazo, la Seño se puso a rodar por debajo de las piernas como una croqueta en el pan rallado rebozándose (?). El Router asombrado, vio el látigo. Se dispuso a intentar romper el látigo con un puñetazo.

La Seño ya sabía perfectamente lo que tenía que hacer en ese instante... justo cinco segundos antes de que el Router lograse golpear el precioso látigo de la Seño, esta última logró vencerle de un simple golpe. Apagando el interruptor de la luz. El Router Demoníaco empezó a volver atrás en sus pasos de transformación, y una vez encima de la mesa se apagó.

La Seño, antes de volver a encenderlo, recogió su látigo y luego se dirigió de nuevo hacía el router. Lo encendió de nuevo, y esta vez marchó hasta el salón para ver si estaba el interné conectado por fin. De nuevo, sintió un curioso escalofrío que ya le había recorrido antes... ¡de nuevo LA LLAMADA DE LA NATURALEZA recorría su cuerpo! Así que entró en el baño, hizo desagüe y decidió proceder de paso a hacerse la limpieza de cara y de paso, peinarse, ya que su melena parecía una selva.

Después salió del lavabo y esa vez se dirigió a la cocina. Tenía sed, pero decidió tomarse un zumo en vez de agua. Fue a uno de los armarios de la cocina y cogió el exprimidor y luego un vaso de cristal, poco después, cogió una de las naranjas que tenía por allí. La Seño le tenía bastante miedo a los cuchillos, pero no había que hacer demasiado esfuerzo con la naranja.

Partió la naranja y luego la exprimió con fuerza, a pesar de que estaba agotada de la anterior batalla. Se hizo un zumo de naranja natural (para ella la salud ante todo) y se llevó su vaso al salón. Una vez allí, se dirigió a la mesa dónde estaba el ordenador y... ¡por fin el interné estaba en conexión!

Una gran recompensa tras la batalla, sin duda alguna. Lo primero que hizo fue conectarse al messenJer y luego encender el firefó y ponerse directamente en su foro. Poco después se metió en otra pestaña del firefó y accedió a su gmail. Una vez más, la Seño ha salido victoriosa de una batalla diaria, aunque necesita un poco más de practica, puesto que el paso de los años le ha pasado bastante factura.

Y ahí dejamos a la Seño, contenta mientras se conecta el forito, al gmal, y al messenJer... aunque no haya mucho que ver realmente, así que tendrá que hacer frente a la impaciencia y al aburrimiento mientras... es lo que tiene despertarte a las once y media de la mañana y que todo el mundo se encuentre durmiendo o en el instituto...

Fuera, en la calle, comienza a nublarse, a oscurecer. A la Seño le encanta ver las nubes, el cielo azul, y muchas veces las nubes de tormenta. Pero un enemigo un poco mayor pronto le hará frente. Y no son las nubes de granizo que tanto echa de menos la Seño, puede ser algo mucho peor que incluso los rayos y los relámpagos...

CONTINUARÁ

--


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta libremente sobre la entrada como más gustes.Pero por favor, nada de insultos ni publicidad. O serás castigado/a con la fusta.