miércoles, 3 de noviembre de 2010

Anécdotas de La Seño

A partir de ahora comenzaré a emitir mis anécdotas varios días más tarde en el blog, ya que las suelo poner en el foro.

Espero que os gusten, ¡disfrutarlas! ;3

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CAPÍTULO 1
Día no sé cuál, del mes ni me acuerdo
Una mañana dónde el sol pega en la ventana cibernética. Algún desgraciado se habrá dejado el ordenador encendido de cara al sol, para que derrita sus circuitos internos.

La Seño canturreaba tranquilamente tras haber ganado felizmente, y, costosamente, una partida al Mahjong Solitario en el 42 Juegos de Siempre de la Nintendo DS. Se volvió a meter en su cuarto para recoger sus preciadas libretas, su látigo que estaba descansando después de una noche muuuuuuy larga, y a punto de coger los rotuladores algo de repente apareció por su mente, una macabra mente. Algunos sospechan que hasta podría sufrir algo de esquizofrenia, ya que hay veces que es muy alegre, otras es más rancia que una avellana amarga, y otras... simplemente que está perver, y punto, pero para que engañarnos, es que está en una edad... ¿quién no ha pasado esa edad? O no la ha pasado todavía o la está pasando, pobre de aquel que se encuentre en esta malvada situasión.

Su macabra mente hizo acto de presencia, y algo recorrió su cuerpo hasta llegar hasta su cerebro dónde definitivamente se le vino a la mente la palabra “Ordenador”. Después de esa palabra volvió a aparecer justamente otra, “Internet”, y tras esta última, sucesivamente se le vino a la mente la palabra “Encender Router”. Unos echos realmente espeluznantes, nadie comprende la macabra y perturbada mente de la portadora del látigo que ahora mismo seguro que está picándose de nuevo con el Mahjong, chateando por msn o simplemente en el baño dándose cuidados femeninos (?).

Algo en su cuerpo le hizo coger fuerza y marchó rauda hasta el cuarto dónde estaba el router instalado. Comenzó a mover las piernas con rapidez, pero a mitad de camino, algo mucho más fuerte que una mente perturbada le hizo mucha mella en ella: LA LLAMADA DE LA NATURALEZA. Su cuerpo le pedí a gritos la entrada al lavabo, que rauda como el viento, hizo un ligero, pero al fin y al cabo lo es, esfuerzo para entrar y hacer desagüe.

Cuando terminó, se lavó las manos, se exfolió la cara, se secó las manos y la cara en la toalla, abrió la puerta del lavabo y salió justo al estrecho pasillo de su casa. A cinco metros de ahí mismo se encontraba el dichoso router, que durante unos cuantos días comenzaba a ir como una chota. Se encendía, pero no. Parecía que se conectaba pero no. Tenía que reiniciar el router unas diez veces por lo menos.

Atemorizaba, el espécimen llamado Seño se acercó tímidamente hacía el router, con un gesto en su rostro como de mala ostia, con ganas de matar a alguien, con ganas de 'acosar' (a saber en que sentido) a alguien, y al mismo tiempo con unas ojeras de espantosamente inimaginables. Encendió el primer interruptor. Después el segundo, el que le daba vida al router.

Acojonada, le echó una mirada asesina de estás que si en realidad matasen, algunos ya estarían en el hospital, o simplemente bajo tierra, al router, y marchó corriendo hacía la habitación. Una vez allí, se acercó al armario (es que tiene un PC gay...), abrió una de sus puertas y cogió de dentro del maletín el ordenador. Lo llevó directamente a la mesa del salón, que era más amplia y más cómoda. Una vez allí, regresó a la habitación para poder coger la batería y el ratón.

Los transportó hasta la mesa y primeramente conectó el ratón al ordenador. Luego se dispuso a encender el PC, esperando que el internet se hallase conectado bien y a la primera. Mientras esperaba, la Seño encendió la televisión para ver un programa de 'marujeo' que suelen echar casi todas las mañanas en Telecinco, el canal ese que por el culo te la hinco, ya sabes. Una vez encendido y dado por comenzado el sistema operativo, accedió a su cuenta colocando una contraseña que muchos dudan que de verdad sea esa... un auténtico secreto para muchos que a saber de dónde le proviene.

Mientras esperaba a que el escritorio y la barra de tareas se cargaba, decidió levantarse para regresar a su habitación. Hay que destacar que la Seño tiene a veces una memoria de pez. Si bien en seguida se acuerda de algo que va a hacer urgente, si hace otras cosas de por medio, es posible que se le olvide aquello importante que debía de hacer. Si, única en su especie.
Una vez en la habitación se dirigió a su mesita de noche para coger su botella de agua, y de nuevo se largó al salón. Cuando estaba a punto de salir, apareció de repente su gata, que estaba esperando cuáles padres cotillean entre las rendijas de las puertas a sus hijas mientras marujean con sus amigas o con su novio. La gata de la Seño se metió cuál bala disparada nada más abrir la puerta lanzando un curioso gemido/maullido... algo así como “mirrrrrruuuuu” (?), y se subió encima de la cama, pisando la almohada con sus sucitas patitas....

La Seño estaba bastante mosqueadilla, mira que odiaba que la gata se quedase en su cuarto, ya que es bastante revoltosa y le gusta tocar cables, cortinas y morder rotuladores y libretas. Se marchó al salón, dejó al lado de la mesa la botella de agua, y se dirigió de nuevo a la habitación. Una vez allí, se asomó despacio y con cautela por la esquina de la puerta al entrar, y vió que la gata estaba tumbada en medio de la cama en pose de ir a la caza.

Humano contra animal, una lucha bastante cruenta a punto de ser dada a cabo, sin saber cuál será el resultado final. La Seño hizo durante varias ocasiones el pequeño “asometeo” en la zona de la puerta, mientras que a su vez, la gata parecía moverse un centímetro más a cada “asometeo” que la Seño hacía. Hasta que, tras unos siete minutos de tanto “asometeo” y narices, la gata por fin había llegado hasta una de las cajoneras que se encontraba justo al lado de la puerta. La Seño necesitaba asomarse un poquito más por que apenas la veía ya.

Cuando ya parecía todo perdido por el agotamiento de tremenda salvajada (?), el último “asometeo” de la Seño fue sorprendido por un “saltito y te agarro” por parte de la gata, -que consiste en aparecer de repente y saltar sobre tu pierna y/o tu brazo mordisqueándole suavemente- y comenzó a correr pasando por el salón hasta el pasillo cuál correcaminos loco huyendo del coyote que lleva puesto un cohete a reacción.

La Seño quería continuar jugando con su gatita a pesar de que debía de ver si el internet ya estaba activado, pero decidió acercarse a la puerta que daba al pasillo desde el salón y volvió a hacer el “asometeo”. En el otro extremo, entre la habitación del router y el baño, la gata también estaba asomada, mirándola con cara de “te voy a cazar cuando menos te lo esperes”.

De nuevo, con la intención del 'aquí te pillo aquí te mato' del asometeo, la Seño volvió a proceder. Se asomo nuevamente. Se asomo de nuevo, se asomo una tercera vez, y la gata ya estaba a mitad de camino, aunque bastante lejos (más concretamente, un poco después del baño). La Seño se escondió y cuando estubo a punto de hacer el cuarto asometeo, ¡la gata salto a la pared, casi llegándole a la cabeza! Si la Seño hubiese cometido ese último asometeo, a lo mejor se hubiese quedado sin cabeza, sin nariz, sin ojos, sin boca, sin lengua... (una maravillosa lengua, por cierto (?))

La gata volvió a echar a correr pasillo abajo y la Seño intentó perseguirla, pero se quedó a mitad. ¡EL INTERNÉ! Pero la gata no era tonta, no. Cuando estaba a mitad del salón, la gata regresó corriendo desde la habitación del router y atacó a la Seño por la espalda a traición, llegando hasta sus riñones.

La Seño no podía dejar pasar dicha macabrez (?) y esta vez volvió a perseguirla pasillo abajo hasta la habitación del router, dónde no tenía escapatoria. Si se la provoca, la Seño se convierte en un monstruo terrible, con un látigo fatal dispuesto a erradicar a los idiotas, los bobos, los inútiles, los vagos, los malos y a cualquier injusticia o memez que se le ponga por delante.

La gata volvía a tener una pose de caza, esta vez poniendo carita de no haber roto jamás un plato, con unos ojos enormes, una carita triste, y unas orejas agachaditas. Pero no hay cosa adorable que engañe a la Seño. La Seño preparó su látigo, la gata preparó su pompis para lanzar un tremebundo salto, y justo ambas se disponían a lanzar su más fiero ataque. En la mente de la Seño en ese instante pensó en 'X persona' y la gata... no sé sabe que certeza pasaba por su mente, pero seguramente sería algo asi como 'Miaaaauuuu'.

CONTINUARÁ

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Pronto el segundo capítulo si os gustó este ;3

2 comentarios:

  1. como ya dije en el foro,la gata parece que sabe cómo plantar cara a los enemigos x3
    a saber a qué enemigos te enfrentarás luego x3

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  2. Yeah, ya hay varios enemigos por todas partes y unos pocos pensados... el monstruo de la webcam es uno para el futuro xD

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